En la actualidad el periodismo se encuentra supeditado a un frecuente y expansivo bombardeo de nuevos términos que el ciberperiodista debe asumir, en consecuencia la creciente influencia del desarrollo digital.
En internet, todo el mundo puede ejecutar el rol de periodista, esta es una afirmación cada vez más frecuente en el mundo de la comunicación, lo interesante de que se practique un periodismo masivo en la internet, es que obliga a los periodistas a ser cada vez más capaces y exigentes en procesar las informaciones para distinguirse de los periodistas empíricos, es decir, en los medios tradicionales no está reservada únicamente al periodista o al editor, mucha gente al exponer sus puntos de vista, al canalizar una información, al transmitirla a un medio de comunicación a través de un correo electrónico, al meterse en un foro o en un chat de especialistas y trasladar alguna información importante a medios reputados para que indaguen o verifiquen su autenticidad, también hacen periodismo y contribuyen a que de alguna manera la información no sea un patrimonio de un grupo de personas, sino que sea un bien colectivo, capaz, eso si, de ser depurada y procesada debidamente por los especialistas, en este caso, los periodistas.
El papel esencial de los periodistas en cuanto a jerarquizar y filtrar información se ve mermada, la esencia del periodismo queda en entredicho sin duda alguna. Asimismo, el papel de los periodistas se enfrenta a cambios fuertes y decisivos.
El papel esencial de los periodistas en cuanto a jerarquizar y filtrar información se ve mermada, la esencia del periodismo queda en entredicho sin duda alguna. Asimismo, el papel de los periodistas se enfrenta a cambios fuertes y decisivos.
Obviamente la evolución del periodismo ha traído notables ventajas, pues ha supuesto una ruptura con la unidireccionalidad de la información, pero a su vez caemos en los que se denomina infoxificación en los de los medios digitales, lo que traduce miles de noticias abordadas de manera muy personal y lo peor sin ser contrastadas por fuentes verídicas, colocando la información en caminos confusos y desconfiados. Así como hay un debate profuso entre el periodismo digital con el tradicional, también existen discusiones sobre la proliferación del periodismo empírico en la red. A esa perspectiva los comunicadores deben encararla sin temor, pues se trata de una oportunidad para la diversificación y pluralidad de la información.
Los periodistas digitales deben esforzarse en informar de otra manera, manteniendo la actitud humanista que caracteriza el buen periodismo y reflexionando sobre cuáles son los contenidos que interesan de verdad a los lectores. Los medios digitales necesitan ante todo buenos periodistas que sepan, además, aprovechar todas las virtudes de este nuevo medio. Entendiéndose así que el futuro de la comunicación se encuentra en la red, y por ende la formación del periodista se transforma en cierta medida de forma determinante, este debe ajustarse y adentrarse a una nueva configuración en la formación de la profesión. Por que al fin y al cabo, quienes conocen y quienes han estudiado para manejar, difundir y procesar una información determinada, son los comunicadores. Somos los primeros que debemos dar el ejemplo de buen periodismo, de cuidar el lenguaje, de publicar informaciones sustentadas y confiables, teniendo en todo momento presente los preceptos éticos de la profesión.
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