sábado, 9 de abril de 2011

1.1.- El lenguaje y estilo ciberperiodistico.



Este tipo de lenguaje es un acto de responsabilidad pública; con fines particulares informativos, así como también se toma en cuenta como línea obligatoria las exigencias de los receptores del mensaje. Pero no basta con saber emplear correctamente la sintaxis y las palabras, que no es poco. El estilo va más allá de los conocimientos gramaticales y entra en un terreno que hace decidirse al lector por un texto en lugar de otro, por la sencilla razón de que está mejor escrito, le explica con más precisión lo que quiere saber y es más atractivo.
Desde una perspectiva general, la actividad periodística  ofrece tres niveles o planos diferentes (Núñez Ladevèze, 1991: 47-49).
 El nivel contextual comprende el conjunto de decisiones profesionales que tienen por objeto la identificación, comparación, relación, evaluación y selección de las noticias, y convierte al periodista en un intérprete de la actualidad informativa. El plano textual se refiere al modo de ordenar los datos en el texto y aquí el informador es, además de intérprete, productor de textos de información de actualidad.
          Finalmente,  el  nivel estilístico abarca  la  delimitación  de  los  rasgos característicos del estilo informativo, sus cualidades y defectos, así como también  los límites de la capacidad expresiva de los informadores. En este tercer plano, el profesional de la información usa y selecciona las palabras adecuadas, prescinde de otras, adopta algunos cambios y expresiones concretas y prescinde de otros, es decir,  es  intérprete, productor, y redactor, mediante un estilo que le sirve para comunicar de manera profesional la información.
El estilo es una manifestación conceptual amplia que abarca los diferentes modos expresivos personales y que en el periodismo adopta distintas modalidades. El objetivo del estilo periodístico -que en muchas ocasiones se identifica con el lenguaje periodístico- es atraer al lector, lograr que se interese por los contenidos que se le muestran, retenerlo por la claridad, la corrección, la exactitud y, en tantas ocasiones, la capacidad de seducción en el modo de contar cada historia real y concreta que aportan la actualidad o el trabajo personal del periodista, y, con todas estas armas, conseguir que lea, escuche, vea, se interese y, si es posible, opine sobre lo que acaba de conocer.
Porque aún cuando en la red todavía no se han consolidado géneros propios y más bien se están adaptando los géneros periodísticos con los que se trabaja en los medios tradicionales, hay algunas peculiaridades que influyen en el desarrollo de la actividad periodística, entre ellos,  hay que referirse a que las posibilidades informativas del hipertexto para publicar la información de actualidad.  La capacidad de síntesis, tan necesaria para cualquier periodista, se convierte en una cualidad inestimable en el ciberperiodismo, que requiere narraciones escuetas pero completas y atractivas, sin que el diseño se convierta en un impedimento que llegue a retrasar la lectura.
La clave está en dividir con criterios periodísticos todo el conjunto noticioso y documental  en elementos más pequeños y manejables con los que se pueda facilitar la navegación, la rapidez de acceso y la visualización del texto y las imágenes que integran la consulta. Son las técnicas del hipertexto que, aplicadas al multimedia, hacen compatibles el texto, las imágenes fijas o en movimiento y los gráficos. Y permiten sincronizar en el tiempo y en el espacio informaciones inicialmente desconectadas entres sí que, por la fuerza de la actualidad o por el interés concreto del internauta.

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